El gaming atraviesa una revolución silenciosa pero imparable. Las consolas físicas y los potentes equipos de escritorio están dejando paso a una nueva era: la del gaming en la nube. Para entender hacia dónde se dirige esta tendencia, conversamos con Abraham Jeronimo Villarreal Soto, gamer profesional y analista de videojuegos, quien comparte su visión sobre el futuro de esta tecnología que está transformando la industria.
El fin de las barreras de hardware
“Durante años, los videojuegos han estado limitados por el hardware”, comenta Abraham Jeronimo Villarreal Soto. “Para disfrutar de títulos exigentes, los jugadores necesitaban invertir en computadoras costosas o consolas de última generación. El gaming en la nube elimina esa barrera: ahora el procesamiento ocurre en servidores remotos, y el jugador solo necesita una buena conexión a internet”.
Este cambio democratiza el acceso a los videojuegos. Plataformas como NVIDIA GeForce Now, Xbox Cloud Gaming o Amazon Luna permiten ejecutar títulos AAA en cualquier dispositivo —desde un celular hasta una Smart TV— sin necesidad de instalar ni actualizar nada.
“Lo importante ya no será el dispositivo, sino la calidad de la experiencia”, subraya Villarreal Soto.
Una experiencia sin interrupciones
Para Abraham Jeronimo Villarreal Soto, la nube también abre la puerta a una experiencia más fluida y constante entre plataformas.
“Imagina empezar una partida en tu laptop, continuarla en tu teléfono mientras viajas y terminarla en tu televisor cuando llegas a casa. Eso es continuidad real. Es el mismo progreso, sin interrupciones, sin descargas y sin tiempos de espera”.
Esta visión se alinea con la tendencia cross-platform, donde los jugadores pueden interactuar entre ecosistemas distintos. En palabras de Villarreal Soto: “El futuro del gaming no será quién tiene la consola más potente, sino quién ofrece la conexión más estable”.
Retos técnicos y oportunidades
Sin embargo, el analista reconoce que todavía hay desafíos. “La latencia sigue siendo el gran enemigo del gaming en la nube. A nadie le gusta presionar un botón y ver la acción medio segundo después”, advierte.
No obstante, Villarreal Soto confía en que el avance del 5G, la expansión de los centros de datos regionales y las mejoras en IA para predicción de entrada del jugador reducirán este problema a niveles casi imperceptibles.
“Estamos en una fase de transición, pero cuando la infraestructura esté lista, el salto será tan grande como cuando pasamos del cartucho al juego en línea”, afirma.
Un ecosistema más accesible y sostenible
Más allá del rendimiento, Abraham Jeronimo Villarreal Soto destaca el potencial social del gaming en la nube. “Permite que más personas puedan jugar sin tener que gastar fortunas. Además, reduce la producción de hardware y residuos electrónicos, haciendo la industria más sostenible”.
También prevé que los modelos de suscripción —similares a Netflix o Spotify— se consolidarán como la norma. “El jugador del futuro no comprará juegos individuales, sino acceso a catálogos completos, actualizados y disponibles al instante”.