Saludos amigos de Chirchi. Las calles también pueden ser un lienzo donde la cultura pop dialoga con la ciudad, y en México esa conversación acaba de subir de nivel. Una intervención urbana inspirada en Chainsaw Man ha convertido un muro de Cuernavaca en un punto de referencia para quienes siguen de cerca el cruce entre arte contemporáneo y narrativas gráficas. No se trata de una reproducción literal ni de un gesto pasajero: es una pieza que reinterpreta la obra desde el lenguaje del grafiti profesional y la integra al ritmo cotidiano de la ciudad.
Detrás del proyecto está el artista urbano mexicano ekns01, conocido por transformar superficies grises en composiciones de alto impacto visual. Su sello combina color, trazo preciso y una lectura clara del material original, elevando el grafiti a una experiencia estética que dialoga con el entorno sin perder identidad. En esta ocasión, el mural rinde homenaje a dos figuras centrales del universo creado por Tatsuki Fujimoto, capturando contrastes y tensiones que los lectores reconocen de inmediato.
La obra presenta a Makima y Reze en una misma escena, un encuentro que subraya carácter y presencia. Makima aparece con una serenidad inquietante, una mirada que sugiere control y cálculo; Reze, en cambio, aporta una energía distinta, una sonrisa que equilibra encanto y riesgo. La composición no busca la provocación fácil, sino una lectura visual que sintetiza personalidad, conflicto y estilo, logrando que el mural funcione tanto para el fan informado como para el transeúnte casual.
Este trabajo se realizó en el marco del festival Graffiti Session, un espacio donde creadores comparten procesos, técnicas y visiones. El propio artista ha destacado el valor del intercambio y la observación mutua como motores de crecimiento, algo que se percibe en la solidez del resultado final. Cada trazo evidencia planificación y oficio, cualidades que no siempre se asocian al arte urbano, pero que aquí quedan plenamente demostradas.
Quienes deseen ver el mural en persona pueden encontrarlo en los Patios de la Estación Cuernavaca, en la intersección de avenida Río Balsas y calzada Leandro Valle. El sitio ya se ha convertido en parada obligada para fotógrafos y curiosos, recordando que estas obras son, por naturaleza, efímeras y que su disfrute depende del respeto colectivo por el espacio público.
La recepción ha sido ampliamente positiva. La comunidad celebra que el talento local dialogue con franquicias globales y que lo haga desde una perspectiva profesional, reforzando la idea de que el arte urbano puede ser un puente entre culturas, generaciones y formatos.
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